Acumulo figuritas de cristales,
botellitas de perfumes, talonarios
de la paga mensual de veinte años,
recibos y facturas de agua y luz,
tarjetitas de cumpleaños, de San Valentín,
de madres, cajitas de regalos,
los primeros garabatos
de letras y dibujos de mis hijos,
sus trajecitos blancos de bautismos, fotos ,
zapatitos, sus informes escolares,
pétalos secos de flores, souvenirs
de viajes y vacaciones,
migas azules de silencios,
filigranas de noches solitarias,
pedacitos de sueños que vuelve a colarse
en la memoria con años de historia.
Unos le llaman recuerdos, otros parches,
remiendos de colores
utilizados en conversaciones banales;
para mi son los vestidos de gala
de momentos inolvidables aunque
algunos hayan estado bañados
de lágrimas.
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