Hoy entiendo lo que cruza por mis venas
por fin, me atrevo a sofocar este grito
en el refugio que ofrecen tus caderas,
desatar mis instintos, estaba escrito.
Impaciente es mi necesidad pagana
y por gozar de tus lúdicas caricias,
por brotar de tu piel cual salvaje liana
me enrosco en tu junco, te robo primicias.
¡Cómo excita el aroma de nuestra entrega!
tibio olor a mar se desahoga fiero
enciende una explosión peregrina y ciega ,
en la llama quemante de mi brasero.
Empapan mis aposentos naturales
sabor de células acarameladas,
endulzando los abastos litorales
de mi candente gruta abierta y mojada
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Mientras tu brotes palabras, yo estare cerca, saciandome de tus escritos.
ResponderEliminarte dejo un abrazo.
Impaciencia se aplaca con tu soneto..por las orillas del deseo vas...buscando que el latigazo de dos cuerpos perdidos en las profundidades uno y en las alturas el otro..se haga más pasion y caos con el encuetro deseado
ResponderEliminarSaludos desde el sur