jueves, 8 de septiembre de 2011

Promesas ajenas


Ayer caminábamos juntos


bajo el brillo de largos amaneceres

nuestras huellas eran estrellas aladas

cumpliendo un rito de placeres.



Nuestros sueños de brillo unísono

un día se volvieron musgo y piedra

hoy son trizas mutantes en el suelo

cenizas oscuras de luminarias pasadas.



Hoy, mis huellas germinan en zigzag

en extraño e invisible remolino

intangibles de esencia y de memoria

como jirones de recuerdos dañinos.





Mis huellas se arrastran en leve trazo

al ritmo de arenas movedizas

dejando en sus orillas un desfile

de promesas que parecen ajenas.







OASIS









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