Duerme el crepúsculo en mis manos
la noche despunta en tus ojos
la luna se derrama entre mis dedos
y quiebra mi soledad en tus sueños.
Mi piel morena se suicida orgullosa
en el manto de espejos en tu cuerpo
me abraza el fuego de un río sediento
ciñéndome a la órbita de tu alma.
Me penetra tu incienso masculino
tu olor a sal, el aroma de tu conciencia
el torrente de clamores de tus palabras
desde el fondo de tu desnudo silencio.
Me traspasa la noche, tus ojos celestes
los matices de la luna, tus besos
la sinfonía de la vida, tus caricias
en el velo secreto de tus sueños.
OASIS
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