A ti, con quien he soñado noche y día
desde que dormí contigo
en las primicias de los siglos,
A ti, quien me despojó del pudor
y la vergüenza…
con el que camine
por insondables arenas.
A ti, frente a quién me desvestí
de mis historias viejas,
a quien le permití fecundarme
con sus deseos.
A ti, que me inhalaste
con tu alma pura
enlazándome a tus locuras.
A ti, te ruego, llévame otra vez
al fondo de tu fuego,
domíname, consúmeme
en tus sueños…
¡con los hilos de tu alma!
OASIS
Que gran poeta eres.Como llegas.Y traspasas.Y cautivas.
ResponderEliminarUna delicia,Nimia,leerte.
Un abrazo eterno, sigue escribiendo asi.
ResponderEliminarTe quiero
Gran poema Nimia, traspasas esa fuerza, ese amor, ese deseo, sin duda eres una grande escribiendo, mi admiración de siempre.
ResponderEliminar