domingo, 7 de junio de 2009

SIN PAPELES

Ella, su mujer, sin papeles
ni palabras pronunciadas
por un letrado…
un pañuelo perfumado
oculto entre sus manos,
ella, la sonrisa picara,
esa rama de nervios
que en sus brazos
pierde la conciencia.

Él, es el placer, que en su piel
detiene el tiempo,
la frescura del encaje
que acaricia su carne,
el que cada noche deja su estela,
su pista, el rasgo del gozo
en su cuerpo,
es su estremecer, su desespero,
es su amante, su hombre,
el que empapa de fantasías
sus pátinas de silencios.
¡sentimiento prohibido
encerrado por milenios!


OASIS

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