miércoles, 17 de junio de 2009

SENSUALIDAD MARINA

En un islote abandonado
en mitad de un mar turquesa
mi cuerpo domado por el aire
exhala olores de naturaleza.

La atmósfera cálida invita
a una desnudez sin prisa,
a zurcidos gemidos de pecado
de un mar y una marea petisa.

El beso inocente del viento
recorre mi piel, mis pechos,
mis muslos, mis labios internos,
¡ rompe la castidad el sismo!

Resbalo por mullidos encajes
de inquietos festones blancos
y un mar feroz e inclemente
me penetra con deseo tierno.

OASIS






No hay comentarios:

Publicar un comentario