La luna nos daba vueltas
Y nos observaba,
la nostalgia se alejó
el silencio nos escuchaba,
no hablamos de nada
Me ahogó en la miel de sus labios
me desnudó de los perjuicios
en mis torres diseñó sus huellas
la penumbra acabo con los artificios.
La lluvia crujía, rompió el umbral
lo imposible fue posible,
escuché el sonido bañado de notas
su canción tapizando mi piel,
el descomunal verano de sus brazos.
El mundo quedó en la nada
lo único real era él entre mis piernas,
un te amo, suficiente recompensa
para dejar el vino sobre la mesa…
OASIS
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